miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Cómo reconoces a tu Maestro Espiritual?

Swamiyi Responde




P: ¿Cómo reconoces a tu Maestro Espiritual?


R: Es fácil saber quién es tu Maestro espiritual. En el momento que conoces a tu Maestro espiritual termina tu búsqueda del mismo y comienza realmente la práctica de la espiritualidad. ¿Cómo sabes quién es tu padre? Es porque crees lo que te dice tu madre. ¿Tendrías que preguntar a otros quién es tu padre? No. Del mismo modo, debes confiar en tu propia mente como confías en las palabras de tu madre. Pregunta a tu conciencia y sigue lo que te dice. Puedes ir a ver a muchas personas espirituales. Finalmente, debes ir a un lugar tranquilo, aquietar tu mente y pensar quién te agrada más. Piensa cuidadosamente sobre sus enseñanzas y formas de impartir esas enseñanzas. Decide a quién quieres como Maestro. Ésta es una decisión importante. Una vez que hayas decidido y el Maestro te ha aceptado, entonces no debes cambiar de Maestro. Recuerda que el Maestro no te necesita - eres tú que necesitas un Maestro. Después de haber tomado esta importante decisión, no es bueno tratar de hallar faltas en el Maestro ni dudar de él. No debes juzgar al Maestro en términos de la vida mundana sino desde un punto de vista espiritual. ¿Parece ser una persona espiritual? ¿Te han contado que él difunde la gracia de lo Divino? ¿Cómo habla? ¿Cómo actúa? Todas estas cosas debes considerarlas desde una perspectiva espiritual.
Algunas personas oran a dos o más Maestros espirituales y me preguntan cómo deben elegir a uno para poder seguir su guía con exclusividad. He explicado a menudo cuán difícil y confuso puede resultar el seguir dos Maestros, los que quizás tengan maneras totalmente opuestas de practicar la espiritualidad. En tal caso, os pido que sigáis vuestro corazón. ¿A cuál Maestro acudiríais espontáneamente cuando tenéis problemas o dificultades en la vida? ¿A cuál le escribes con regularidad y cuál te responde? ¿Cuál te escucha con la paciencia y el amor de una madre y te da consejos y guía recta como un padre?
Quien te corrigue como tu padre , aunque sabes bie que a ningun hijo le gusta obedecer ante la autoridad de su padre.
 Aquél que cumple con este criterio es seguramente el Maestro que debes escoger.



P: ¿Qué hacer si no se tiene fe en el Maestro?

R: Me habéis preguntado qué debéis hacer si realmente no estáis satisfechos con vuestro Maestro. Si sientes que no tienes confianza en tu Maestro, lo mejor que puedes hacer es simplemente marcharte tranquilamente y dejarle. Una persona puede haber seguido a su Maestro durante algún tiempo pero sospecha de él. Puede que no haya creído sus palabras o que no le gusten las prácticas que le da. En tales circunstancias, si el estudiante está absolutamente seguro de su decisión, la mayor bendición que puede recibir de la situación es sentirse agradecido por lo que ha aprendido y entonces irse. No importa si ha estado con su maestro un cierto tiempo. Debería tomar su amor y su gracia y marcharse sin conflicto ni peleas. No se puede esperar cambiar al Maestro. Él no te escuchará. Ningún Maestro cambiará nunca de acuerdo con sus devotos o discípulos. No trates de lastimar al Maestro. El Maestro no se lastimará - sólo tú saldrás lastimado.
Mi consejo es que no te perturbes demasiado si el Maestro te da problemas y dificultades o si encuentra fallas en ti. Él sólo está haciendo esto para hacerte crecer y llevarte a un nivel superior. Ésa es la razón por la que actúa de un modo aparentemente difícil. El único deseo del Maestro es que sus discípulos y devotos puedan elevarse hasta su propio nivel aunque sea muy difícil. El Maestro posee peculiaridades, cualidades e idiosincrasias propias. Puede que te dé inmensos problemas pero, si los aceptas a todos y continúas, eventualmente el Maestro llegará a la conclusión que el discípulo ha madurado y es capaz de seguir su propio camino. Puede que a veces un discípulo tenga mucho poder. Por ejemplo, tal vez llega alguien y el Maestro no desea hablar con esa persona, pero el discípulo podría persuadir al Maestro que lo haga. Se dice que para conocer al presidente, es mejor primero conocer al chofer o a los sirvientes de la casa y no al secretario, ¡el que está demasiado presionado por sus importantes deberes para poder influenciar al presidente! Así, un discípulo que es de confianza del Maestro puede predisponerle para que bendiga a otros.



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